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Objeto de adoración

Texto presentado al concurso Entre copas. Requisitos: un máximo de 100 palabras y debe contener ‘una copa de vino’.

Colocada sobre la mesa, la copa lo llenaba todo. Ignoré las ventanas mugrientas, el polvo acumulado en los estantes, incluso los horribles cadáveres que tapizaban el suelo: sólo tenía ojos para la copa. Me abalancé sobre ella y la tomé entre mis manos: rebosaba vino. Aspiré el aroma almibarado, irresistible. Bebí un sorbo. Un éxtasis indescriptible me poseyó. Tembloroso, deposité la copa.

Mis ojos vagaron hacia la puerta: afuera, el mundo; dentro, una copa de vino.

Me hice un sitio entre las momias y me postré: el resto de mi existencia adoraría ese vino. Cerré los ojos y di gracias.

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Objeto de adoración by Juan F. Valdivia is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

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Posible avalancha de microrrelatos

No hay hola.

A través de mi twitter he descubierto a la gente de Escuela de Escritores, que tienen una cuenta de twitter que informa de bastantes concursos. De esa manera me he enterado de la existencia de varios a los que al final me he presentado, como por ejemplo el de La Ventana, Getafe Negro, Prado Rey o La Esfera Cultural.

Para esos concursos he optado por crear relatos a partir de cero, no intentar amañar alguno de los que tengo por ahí para que encajen. Dado que se trata de textos creados ex profeso tienen una caducidad y validez concretas. Se da la circunstancia de que en general esos concursos poseen una fecha de resolución muy próxima. Vamos, que no me veo obligado a esperar meses hasta saber quién ha ganado. Eso resulta muy útil para… ¿para qué? Pues para colgar de esta web los relatos no premiados.

¿Qué utilidad tendrían esos microcuentos almacenados en mi disco duro per secula seculorum? Ninguna. Así que a medida que venzan los plazos iré publicando esas nanohistorias, y así de paso quien quiera puede dar su opinión de los mismos.

En el título de esta entrada hablo de ‘avalancha’: bueno, ignoro si de verdad se tratará de una avalancha, pero dado que en los últimos tiempos el blog andaba un poco muerto sí que se notará más vidilla. No los publicaré todos de golpe, claro, sino de poco en poco para no agobiar.

Aunque la verdad sea dicha espero no tener que publicar ninguna historia, lo que indicaría que han ganado. Tiempo al tiempo.

No hay adiós.